POLITICA
- El presidente de Paraguay, Fernando Lugo, destituyó al ministro del Interior, Carlos Filizzola, y al comandante de la PolicÃa, Paulino Rojas, tras un enfrentamiento a tiros entre policÃas y campesinos que dejó 15 muertos durante un operativo de desalojo de "sin tierras" en una hacienda del este del paÃs
Luego de una reunión de emergencia del Consejo de Ministros, el propio ministro del Interior, Carlos Filizzola, anunció en una rueda de prensa que habÃa puesto su cargo a disposición de Lugo y que éste habÃa decidido sustituirlos a él y al comandante de la PolicÃa.
La destitución se produjo en plena tormenta polÃtica en el paÃs, con una sesión en marcha del Senado y otra prevista de la Cámara de Diputados en la que este último hemiciclo iba a promover un "juicio polÃtico" para destituir a Filizzola.
También los miembros de la Corte Suprema de Justicia se reunieron y emitieron un comunicado en el que condenaron la matanza.
Al menos seis policÃas (según el último dato oficial, aunque Filizzola habÃa informado anteriormente de siete) y nueve campesinos sin tierras murieron y decenas de personas resultaron heridas en el enfrentamiento, acaecido en una hacienda del departamento paraguayo de Canindeyú, lindante con Brasil.
El hecho se produjo en la Colonia Ybyrá Pytá, a unos 380 kilómetros al noreste de Asunción, después de que 321 policÃas con apoyo de helicópteros ingresaron a la hacienda MorumbÃ, del conocido empresario y polÃtico paraguayo Blas N. Riquelme, para desalojar por orden judicial a más de un centenar de campesinos invasores, según la versión de Filizzola.
Entre los fallecidos se encuentran el jefe y el subjefe del Grupo Especial de Operaciones (GEO) de la PolicÃa.
Según explicó Filizzola en su primera rueda de prensa, fueron los campesinos los que iniciaron el tiroteo, tras el cual algunos de ellos se adentraron en una zona boscosa, que fue rodeada por las fuerzas policiales.
"Hubo disparos de parte de ellos (de los campesinos), la policÃa también tuvo que responder. Se dispersaron los campesinos que estaban ocupando cierta parte de la estancia. Ustedes saben que es un terreno muy grande con zonas boscosas. Se metieron en la zona boscosa, la policÃa tiene rodeado hasta el momento el lugar", relató.
"Está controlada la situación", aseguró Filizzola, que negó versiones de la prensa que reducÃan el número de policÃas implicados en el desalojo y denunciaban que no iban suficientemente armados ni protegidos para el enfrentamiento que sobrevino.
A lo largo del dÃa, los policÃas heridos y los cadáveres de los fallecidos fueron siendo trasladados a Asunción.
En un mensaje a los paraguayos, Lugo expresó su "pesar" y "repudio" por lo ocurrido y anunció que habÃa ordenado a las Fuerzas Armadas acudir en "apoyo" de los policÃas en el operativo en la hacienda "y los que fueran a desarrollarse" para restablecer el orden.
"Todos los organismos de seguridad del Gobierno y sus áreas estratégicas están trabajando en este momento en lÃneas de acción que devolverán la calma y la tranquilidad a esta región del paÃs".
El ministro del Interior habÃa dicho que no hay datos sobre una vinculación en el hecho del autodenominado Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP), un grupo criminal que opera en las regiones boscosas del noreste del paÃs, en la frontera con Brasil.
"No tenemos datos hasta este momento de que haya sido la gente del EPP la que haya actuado en esto, sino campesinos de distintos orÃgenes, de distintas extracciones que ya anteriormente habÃan actuado en ocupaciones en la estancia Morumbà y en atropello a la (sede de la) FiscalÃa de Curuguaty", remarcó.
Las ocupaciones de haciendas por parte de grupos de campesinos sin tierras son constantes en las regiones del centro y noreste del paÃs, principalmente en fincas de productores brasileños de soja, primera fuente de ingreso de divisas de Paraguay.
Según un informe de 2008 elaborado por la Comisión de Verdad y Justicia (CVJ), durante la larga dictadura de Alfredo Stroessner (1954-1989) casi 6,75 millones de hectáreas fueron adjudicadas irregularmente y otro millón más en los 15 años siguientes a la caÃda del régimen, lo que representa el 64,1 por ciento del total de tierras entregadas a los colonos.
Las tierras "mal habidas", según la CVJ, representan el 32,7 por ciento de la superficie arable del paÃs y el 19,3 de todo el territorio nacional. (APF.Mercosur)
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