LA POLITICA EXTERIOR DE BRASIL TAMBIEN SE DEFINIRA EN ESTE DOMINGO

La presidenta Dilma Rousseff, quien buscará el cuarto período consecutivo del Partido de los Trabajadores, enfatizó en toda su campaña la necesidad de priorizar la integración regional con los países de América del Sur y el Caribe con fomento del comercio y la integración productiva y énfasis en la integración financiera en cuanto a infraestructuras físicas y energéticas.

La candidata también prometió reforzar el bloque del Mercosur y el de la Comunidad de los países de América Latina y el Caribe (Celac). También prevé un acercamiento mayor con África y con países asiáticos, además de mejorar las relaciones con Estados Unidos, Japón y países de la Unión Europea.

Rousseff defiende en su programa las reformas de los principales organismos internacionales como las Naciones Unidas (ONU), el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial, porque sus autoridades “hoy no reflejan la actual correlación mundial de fuerzas." Y sostiene que "la política exterior ha sido y seguirá siendo más que una herramienta para la proyección de Brasil en el mundo. Es un elemento fundamental de nuestro proyecto nacional".

En tanto, Aécio Neves, candidato del Partido de la Social DemocraciaBrasileña (PSDB), prometió una política exterior basada en los principios de “moderación e independencia” y que va a priorizar los intereses brasileños y metas a largo plazo del desarrollo nacional.

Según su programa, se deben volver a evaluar las prioridades estratégicas y prestar “especial atención a Asia, debido a su creciente peso, y los Estados Unidos y otros países desarrollados por el acceso a la innovación y tecnología”, con una estrategia que dé prioridad a la integración de Brasil a las cadenas de suministro globales.

El socialdemócrata aboga por la liberación del comercio y la recuperación de “los objetivos originales del Mercosur” como flexibilizar las reglas del bloque para avanzar en las negociaciones con otros países.

Neves sostuvo durante toda su campaña que el gobierno está sujeto a la "amarra" que suponen "unos vecinos con los que Brasil se alinea en términos ideológicos" y que le "hacen perder mercados" al país.

Por su lado, Marina Silva, por el Partido Socialista (PSB), plantea en su programa una política exterior al servicio del desarrollo para proyectar los productos brasileños en la escena internacional y promueve la inclusión de las empresas nacionales en cadenas globales de producción.

La presidenta Dilma Rousseff enfatizó en toda su campaña la necesidad de priorizar la integración regional con los países de América del Sur y el Caribe.

Para la ex senadora, la participación del país en foros internacionales debe estar basada en la defensa de la paz, la democracia, los derechos humanos y el desarrollo sostenible. Silva cree que Brasil puede adoptar una posición proactiva en las negociaciones de cambio climático y buscar incluir el tema en la agenda del G-20.

Promete acelerar las negociaciones para el acuerdo UE-Mercosur, propone una política de acercamiento entre el Mercosur y la Alianza del Pacífico y fortalecer aún más la organización en las políticas de cooperación regional de la Unasur. Para Silva, Brasil tiene que adoptar una agenda positiva para las relaciones con los Estados Unidos y mejorar los mecanismos de cooperación con África, consignó la Agencia Brasil.

Eduardo Jorge, del Partido Verde (PV), afirma en su programa apoyo a la ONU como organización global capaz de manejar conflictos y mantener la paz. También propone la creación de metas de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero en proporción a las responsabilidades históricas y actuales, establecer objetivos para reducir los presupuestos militares y la prohibición de las armas atómicas.

Por el lado del Partido Social Demócrata Cristiano (PSDC), José Maria Eymael se compromete a una política exterior basada en el principio de solidaridad entre las naciones con el objetivo de buscar un orden social mundial con justicia y la libertad. “La política internacional debe ser un instrumento de desarrollo nacional", dice.

Mauro Iasi, del Partido Comunista Brasilero (PCB) defiende el fin de que lo que define como "la estrategia del estado brasileño de capitalismo burgués en el exterior".

Para el candidato, Brasil debe abandonar la "obsesión" de convertirse en una “gran potencia en el campo imperialista a cualquier precio, para ganar un asiento permanente en el Consejo de Seguridad de la ONU".

Prioriza que se desmantelen las bases militares en Colombia, la defensa del gobierno de Venezuela, el fin del bloqueo contra Cuba, la liberación de los presos políticos, la recuperación de las Islas Malvinas por Argentina y un movimiento continental por la deuda externa.

En tanto, el Pastor Everaldo, del Partido Social Cristiano (PSC), promete eliminar la intervención del gobierno brasileño en otros estados, reducir el gasto en ayuda diplomática y financiera a las organizaciones internacionales y aboga por la eliminación del uso de tropas nacionales en conflictos ajenos a Brasil.

El candidato también se opone al perdón de la deuda de otros países con Brasil y promete “revitalizar el tratado del Mercosur” mediante la eliminación de las barreras al libre comercio con países fuera del bloque.

Levy Fidelix del Partido Renovador Trabajador Brasilero (PRTB) y Luciana Genro del Partido Socialismo y Libertad (PSOL) no incluyen propuestas específicas para su política exterior en los programas. (APFMercosur)


Fuente:  BRASILIA, 01 OCT (APFDigital)