POLITICA


Los colombianos deportados por Venezuela ya son más de mil



Fecha: 25/08/2015   11:48

- El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, afirmó que defenderá con "firmeza", pero también con "la sabiduría y la prudencia de la diplomacia", a los expulsados como consecuencia de un incidente armado registrado el miércoles pasado en la frontera común


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"No nos falta ni nos faltará firmeza para defender a todos nuestros connacionales, donde quiera que su seguridad se vea amenazada o sus derechos fundamentales violentados, pero esa firmeza requiere la sabiduría y la prudencia de la diplomacia", dijo Santos en un comunicado divulgado esta mañana para informar a los colombianos sobre la situación.

"El camino del diálogo y la diplomacia" es "el más responsable y recomendable para aliviar la situación", pues "la confrontación solo sirve a intereses políticos, individuales y electorales, y no nos conduce a una solución satisfactoria", advirtió el mandatario.

Hasta esta tarde no se había informado si Santos conversó con el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, pese a que el ministro del Interior colombiano, Juan Fernando Cristo, había anunciado que los mandatarios se pondrían en contacto este domingo.

La cantidad de colombianos deportados por Venezuela desde el sábado fue ascendiendo con el correr de la jornada: por la mañana, el Ministerio del Interior colombiano reportó 612 adultos deportados y 139 menores repatriados, y detalló que de esas 751 personas, 237 habían sido derivadas a sus hogares en Colombia y 514 eran atendidas en albergues habilitados en la ciudad fronteriza Cúcuta.

Sin embargo, el gobernador chavista del estado venezolano Táchira, capitán retirado José Vielma Mora, que anoche había informado que los deportados eran 791, este mediodía -en declaraciones al canal Telesur y en su cuenta de Twitter- elevó la cantidad a 1.012 personas, además de 10 detenidas.

Maduro ordenó el miércoles pasado el cierre de dos puentes fronterizos que vinculan San Antonio y Pedro María Ureña, en el estado Táchira, con Cúcuta, en el departamento colombiano Norte de Santander, en principio por 72 horas pero luego "hasta nuevo aviso".

La medida fue adoptada después de que ese día tres militares y un civil fueran heridos en un ataque armado en San Antonio del Táchira, que el mandatario atribuyó a contrabandistas colombianos.

Asimismo, el viernes decretó el estado de excepción en cinco municipios de Táchira por 60 días, durante los cuales están suspendidas las garantías constitucionales y la máxima autoridad es el comandante militar de la región, general José Morantes.

El gobierno colombiano, que ayer envió a Cúcuta a Cristo y hoy desplazó a esa ciudad a la canciller, María Ángela Holguín, y al defensor del Pueblo, Armando Otárola, definió a la situación no solamente como una crisis política y diplomáticas, sino también humanitaria.

Así como la cancillería reclamó ayer en un comunicado que "se respete la integridad y los derechos humanos" de los colombianos deportados, la Defensoría del Pueblo advirtió hoy que "más allá de las disposiciones administrativas y legales autónomas en cada nación, existen situaciones que vulneran los derechos fundamentales de los connacionales".

Al respecto, testimonios citados por los diarios El Tiempo y El Espectador -y corroborados por imágenes exhibidas por televisoras locales- aseguraron que los colombianos fueron deportados después de que militares venezolanos pintaran con letras R o D sus viviendas en tres barriadas de San Antonio.

Las primeras eran aquellas en las que los militares no encontraron irregularidades, mientras las otras -que luego fueron derribadas por tropas de la Guardia Nacional- eran habitadas por indocumentados o tenían mercadería ilegal en su interior.

Cristina Sierra, madre de un niño de 13 años y ambos refugiados en un albergue en Cúcuta, relató que había levantado su vivienda durante 10 años. "Eso era lo único que nosotros teníamos, llegamos a Colombia sin nada, con las manos vacías; nos sacaron como perros de ese país", afirmó.

En cambio, el gobernador Vielma Mora aseguró que en el proceso de deportación de colombianos "se respetan los derechos humanos" y "no hay atropellos ni torturados y, sobre todo no hay muertos".

"Si las autoridades colombianas hicieran la parte de contención del contrabando de extracción de productos de Venezuela hacia Colombia, otra fuera la realidad", agregó Vielma Mora, quien además afirmó que comercios de la región fronteriza fueron atacados y amenazados por supuestos paramilitares, con el objeto de que cerraran sus puertas, y advirtió que "no se permitirá hacer un toque de queda comercial".

Mientras tanto, el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, quien hoy visitó a Santos en Bogotá, sostuvo que "el diálogo directo entre las partes es el instrumento fundamental para resolver este tema", que, subrayó, es de "particular interés" para el organismo hemisférico. (APFMercosur)


Fuente:  Bogota, 25 ago (APFMercosur)









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