POLITICA
De la Calle y Márquez, los protagonistas del diálogo que concluyó con éxito
Fecha: 26/09/2016 10:07
- Humberto de la Calle, jurista de nivel internacional y ex vicepresidente de Colombia, y Luciano Marín, alias Iván Márquez, ex docente con 30 años en las FARC: protagonistas de negociación
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Humberto de la Calle, jurista de nivel internacional y ex vicepresidente de Colombia, de 70 años, y Luciano Marín, alias Iván Márquez, ex docente con 30 años en las filas de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), de 61, fueron los protagonistas de la paciente negociación del acuerdo de paz que pone fin a un conflicto de más de medio siglo.
Cuando en 2012 el presidente Juan Manuel Santos y la comandancia insurgente los nombró al frente de las respectivas delegaciones para llevar a cabo las negociaciones en La Habana, De la Calle y Márquez difícilmente hayan imaginado -a pesar de la voluntad que iban a poner en el difícil encargo- que estaban entrando en la historia del país.
Nacido el 14 de julio de 1946 en Manzanares, municipio del departamento cafetero Caldas, en el centro del país, De la Calle encabezó durante 44 meses la delegación oficial en La Habana y respondió en Colombia las críticas al proceso de paz.
El jefe negociador por el gobierno -a quien muchos vislumbran como candidato presidencial para 2018- defendió con argumentos políticos y jurídicos el acuerdo de paz, convencido de que el fin del conflicto no sólo ahorrará a Colombia más pérdidas humanas sino también gastos militares y, como beneficio extra, traerá mayores y mejores inversiones extranjeras.
Ex magistrado de la Corte Suprema de Justicia, fue en 1991 ministro del Interior del presidente liberal César Gaviria, de quien es cercano, y desde esa posición representó al gobierno en la Asamblea Nacional Constituyente que, en 1991, reformó la carta magna de 1886 y dotó al país de una más moderna.
De esa época proviene su experiencia en contactos con grupos guerrilleros, pues trabajó para facilitar la participación política de desmovilizados del Movimiento 19 de Abril (M-19), el Ejército Popular de Liberación (EPL) y otros menores, como el Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT) y el Quintín Lame, de origen indígena.
Vicepresidente a partir de 1994, se distanció del mandatario Ernesto Samper -y renunció al cargo en septiembre de 1996- cuando cayeron sobre el gobierno denuncias de que la campaña electoral había recibido fondos del narcotráfico, pero cinco años después volvió a la arena política como embajador ante la Organización de Estados Americanos (OEA) durante el primer mandato de Álvaro Uribe (2002-10).
Sin embargo, lo más trascendente de su actividad política estaba por llegar: fue cuando en 2012 Santos lo convocó para iniciar las negociaciones.
Enfrente lo esperaba Márquez, consolidado como número dos de las FARC detrás de Rodrigo Londoño, alias Timochenko.
Considerado un radical en las filas de esa guerrilla, el ex profesor de biología Márquez fue suavizando sus posiciones a medida que avanzaban las negociaciones, bajo la premisa de que sólo olvidando el odio y desterrando la ley del talión el conflicto podría tener solución.
Nacido el 16 de junio de 1955 en Florencia, capital del departamento Caquetá, en el sur del país, una de las zonas donde las FARC más han ejercido su poder armado durante décadas, formó parte de la Juventud Comunista de Colombia y hasta estudió derecho en la entonces Unión Soviética.
De regreso al país comenzó a apoyar a la organización guerrillera llevando provisiones a la zonas rurales, y a mediados de los 80, cuando el gobierno del presidente Belisario Betancur (1982-86) y las FARC hicieron un proceso de paz del que surgió el partido Unión Patriótica (UP), logró primero un escaño como concejal y luego en la Cámara de Representantes.
Pero la UP, que aglutinó a militantes de izquierda y miembros de las FARC dispuestos a dejar las armas, sufrió un exterminio por parte de la extrema derecha y del propio Estado, que se cobró la vida de más de 4.000 de sus dirigentes y militantes, lo que lo llevó a tomar las armas, y fue entonces cuando comenzó a subir en la jerarquía guerrillera.
A comienzos de la década de los 90 fue nombrado como uno de los siete miembros del Secretariado, máximo órgano de esa guerrilla y durante los fallidos diálogos de paz de Tlaxcala (México), en 1992, hizo la veces de portavoz político.
Esa experiencia la repitió en los también frustrados diálogos con el gobierno de Andrés Pastrana (1998-2002) en la zona desmilitarizada de más de 42.000 kilómetros cuadrados que se creó en el Caquetá y parte del vecino departamento Meta.
En 2006, Márquez estaba en la lista de guerrilleros de las FARC contra los que Estados Unidos presentó cargos por enviar cocaína a ese país, además de tener más de 130 órdenes de captura por diversos atentados y delitos como secuestro, extorsión y asesinato. (APFMercosur)
Fuente:
Bogotá, 26 sep (APFMercosur)
