El vicepresidente de Colombia viaja a una zona afectada por violencia

Antes de viajar a Estados Unidos el presidente Juan Manuel Santos ordenó a Naranjo y a los miembros de las fuerzas militares controlar la situación en esa zona del departamento de Norte de Santander.

Naranjo, quien llegó acompañado del ministro del Interior, Guillermo Rivera, aseguró que algo más de 12.000 uniformados se encargarán de proteger a las comunidades afectadas. “Por más peligrosos, desafiantes y provocadores que sean esos delincuentes, los vamos a someter a la ley”, enfatizó.

Más tarde, el vicepresidente anunció luego de reunirse con 16 alcaldes de la región, que instalaría un puesto de mando unificado para propiciar la apertura de corredores humanitarios “con caravanas que permitan la libre movilidad y libre circulación de las personas, y lo más importante, que haya abastecimiento de víveres y logística en los municipios que han sido afectados".

Naranjo señaló también que el gobierno llevará un reclamo a la mesa de conversaciones con la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) para pedir que cese cualquier tipo de agresión a las comunidades. “Nos hemos comprometido también a que se seguirá avanzando para que los asuntos que tienen que ver con la fuerza pública vayan generando condiciones de normalidad en la región con una presencia integral de control territorial”, agregó.

El ministro de Defensa, Luis Carlos Villegas, señaló antes que “los habitantes del Catatumbo no están solos en esta grave situación. Las fuerzas armadas seguirán acompañándolos no sólo en seguridad propiamente dicha, sino en todo aquello que alivie sus dificultades humanitarias o de abastecimiento”.

Más de 3.000 campesinos de los 14 municipios de Catatumbo han sido desplazados por la violencia y los enfrentamientos entre las bandas ilegales y la guerrilla Ejército de Liberación Nacional desde hace poco más de una semana.

El secretario de paz en Norte de Santander, Luis Fernando Niño, dijo a periodistas que “no tenemos comida, los locales están cerrados, los depósitos” y los desplazados se han ubicado en improvisados refugios.

Según el gobierno, además de la seguridad la región necesita asistencia humanitaria y eliminar los obstáculos que están frenando el desarrollo de proyectos de infraestructura.

Las autoridades entregaron el lunes 2.5 toneladas de ayuda en diferentes lugares de Catatumbo: arroz, café y azúcar, entre otros productos no perecederos, y esperan llegar a 4.5 toneladas en los próximos días. (APFMercosur)